En los últimos años en la ciudad de Santa fe se retomó una antigua forma de realizar las compras. Las ferias comenzaron a multiplicarse, los nuevos y viejos artesanos exponen sus productos para la venta en stands, junto con otros artesanos. El movimiento es claramente cooperativista, así la Feria del Sol y de la Luna que encontramos todos los domingos en la plaza Pueyrredón de nuestra ciudad.
Surgieron nuevas ferias, junto con otras que desde hace años vienen convocando personas, algunas con objetivos altruistas, otras, simplemente por difusión, promoción y venta de los productos. Así pudimos disfrutar de la Feria Navideña del Patronato del Enfermo de Lepra, Padel, las realizadas en el multiespacio de San Martín 3225, otra en Barbarians, en la intersección de San Luis y Bulevard Gálvez; la organizada en el predio ferial y la que nos ocupa hoy que es la que se encuentra en la costanera oeste, sobre Avenida 7 Jefes frente a la Universidad Tecnológica.
En la misma encontramos artesanos de diferentes materiales como metales, madera, tela, hilados, alambre, goma espuma, porcelana fría, cerámica. También hay un vivero y varios stands que venden productos alimenticios. Comparten el mismo espacio con las personas de Dignidad Animal que ofrecen en adopción cachorros de perros y gatos.
Los horarios dependen del clima, pero en un día sin lluvias pueden extenderse hasta una vez caido el sol.
Los mismos artesanos son los que llevan la estructura del stand que ocupan y se van acomodando por orden de llegada, mas o menos, uno al lado del otro. Cuando la luz del sol es insuficiente un cable que pasa por detrás de los stands tirado en el suelo, en el césped, es todo el abastecimiento de electricidad del que disponen. Este cable del que se "prenden" se conecta a una toma de luz que esta en el lugar. Lo precario de la situación todavía no ha provocado accidentes, sólo ha desprovisto momentaneamente de luz a los artesanos cuando algún nene jugando tropezaba con el cable provocando su desconexión a la toma.
El público que se hace presente los domingos en esta parte de la costanera es amplio y mayoritariamente familiar. Los nenes andan en bicicletas y patines. Algunos, poco experimentados, no han abandonado todavía las rueditas de auxilio para conservar el equilibrio. Los papás toman mates y disfrutan el inmejorable paisaje que brinda la Laguna Setúbal.
Tendríamos que recordarles a las personas con puestos electivos que son los que deciden sobre todas estas cuestiones, que los artesanos y papás que llevan a sus hijos a disfrutar de la costanera, también votan. Quizás así, colocarían baños y bebederos en la zona, además de corregir la situación del abastecimiento de electricidad que de improvisada es un peligro inminente.
Muy de acuerdo con lo que exponés. Mejor advertir estas cosas antes que pasen (de nuevo) "accidentes" que no son tales. Y más de acuerdo todavía con lo de los baños. No puede ser que en un paseo donde suelen juntarse decenas de miles de personas todos los fines de semana no encuentres más que -con suerte- un par de baños químicos cada 2 o 3 kms. Saludos y te sigo leyendo.
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