jueves, 29 de octubre de 2009

El Paraíso y la Serpiente



La costa se recorta en una pequeña barranca custodiada de árboles, otorgando al visitante un lugar ideal para el esparcimiento y la recreación.
Podemos encontrar este paraíso costero a sólo veinte minutos de la ciudad de Santa Fe. A aquéllos que gustamos del paisaje del litoral, la margen oeste del Colastiné es una opción ideal. De frente el río y las islas, de espalda, el montecito con sus arbustos y enredaderas. A la siesta se puede disfrutar el fresco de la sombra y el incesante canto de los pájaros. El ocaso es un espectáculo imperdible en este lugar, primero el sol viaja por el cielo como naranja de fuego entre los árboles, para después entrar en el horizonte e ir tiñiendo el río y cielo de celestes y rosados.
¿Cómo se llega a este emplazamiento? ¿Dónde encontramos un acceso? Eso sí que es harina de otro costal...
Por su ubicación geográfica, se tienen por lo menos dos alternativas: se puede ir por la 168, luego tomar la ruta 1, y en unas cuadras girar a la derecha para encontrarse con el Parque de los Dinosaurios. El lugar de la foto es la costa que está detrás de eso, pasando el terraplén. Ahora bien, si queremos ir al río por este camino, deberemos ingresar a este Parque privado, abonando por persona y por vehículo, ateniéndose a los horarios del mismo: el domingo hasta las 18 horas, según me fue informado. Cuando demostré mis intenciones de ir directamente a la costa del río, usando el Parque como zona de paso, no me quisieron vender la entrada porque dijeron que era tarde, siendo las 16:45, y pronto cerrarían y "después entra la policía para cuidar". Lo lamentable del suceso es que no pude contarle a la señora que me atendió en la puerta, lo que no me enteraría hasta un tiempo después al consultar la página de Santa Fe Ciudad. El parque está abierto todos los días de 8 de la mañana a 22 horas.
Tampoco se puede acceder por el terraplén que podemos ver a la derecha de la 168, a unos 200 metros de la entrada a la ruta 1, si vamos hacia Paraná; sobre este tipo de obra está prohibido el paso de vehículos y ganado para preservación del mismo. Este terraplén pasa por detrás del Parque, existiendo una especie de paso nivel a ésta altura. El hecho para tener en cuenta es que el único acceso con vehículos permitido en lo que a terraplén se refiere es a través de paso nivel señalizado y sólo para cruzar al otro lado, no para circular sobre el mismo.
No creo que esta primera solución convenza a nadie...
Vamos por la segunda alternativa. Teniendo en cuenta la forma del río, existía una segunda ruta de acceso: el camino del Club de Caza y Pesca. Se accede por la 168, haciendo el rulito de la entrada a Colastiné. Un camino angosto rodeado de casas lindas al borde del río. El camino finaliza en una bifurcación, ambas dando el fin al paseo de manera abrupta, una con un cartel y la otra con un claro mensaje de no pasar. A la derecha sobre un alambrado un cartel reza: "PROHIBIDO ENTRAR VIGILANCIA". A la izquierda sin alambrado, un tronco atravesado en el camino quita toda esperanza de utilizar esa vía.
Ahora bien, ¿cómo se puede acceder? Dejando el vehículo en la calle, de este lado del terraplén y acceder caminando, olvidándose de sillones y conservadoras, el camino es de un par de cuadras. Ésto tampoco nos libera de la carga de pagar o de ser invitados a retirarse. Compartiendo una tarde en la costa con amigos se nos acercó una señorita y nos pidió que pagáramos la entrada al parque, a lo que respondimos que no estábamos en el parque y que tampoco teníamos intenciones de ingresar al mismo. Insistió argumentando que "esto es zona privada, pertenece al Parque de los Dinosaurios" y deberíamos pagar por persona y por vehículo. A cambio del dinero se nos entregó unos numeritos, que me hicieron acordar a los de los sorteos de las kerméses en las escuelas, estampado en la parte de atrás con un animal jurásico y la leyenda "Parque de los Dinosaurios".
En otra oportunidad sucedió otro arrebato, un concurrente al lugar me comentó que había ido en moto con un amigo y que sin darse cuenta pasaron por arriba de unas mangueras, conectadas a una bomba de agua que se encuentra a metros del río en la parte no protegida por el terraplén. Ocurrido esto, se acercaron dos hombres vestidos de civiles, que les dijeron a los desafortunados visitantes que se fueran porque eso era propiedad privada, haciendo ademanes para dejar ver sus armas de fuego que guardaban en su cintura. Como en una discusión entre razones y armas, las primeras parten con desventaja, los visitantes volvieron sobre sus pasos en retirada. Más tarde, el protagonista de los hechos encontró una posible razón de la reacción hostil de estos dos individuos, en la posibilidad de haber ocasionado sin intención, algún daño en las mangueras que pasó por arriba con su vehículo. Reacción más que exagerada, pienso, teniendo en cuenta los elementos en análisis de ambas conductas.
Dos son las cuestiones que debemos tener en cuenta.
La primera es sobre la propiedad de las riberas de las aguas navegables, la segunda sobre la inexistencia de caminos de acceso a esta costa.
Con respecto a lo primero:
La provincia de Santa fe no tiene legislación sobre el tema, regulándose con la ley nacional, es decir, el Código Civil. En su artículo 2.340 nos ilustra sobre el tema en particular, estableciendo para las riberas de los ríos interiores navegables la propiedad pública del Estado hasta lo que baña el agua en crecidas medias normales. Por lo tanto, todo el terreno que se inunde con la crecida normal de cualquier río navegable, es propiedad pública. La costa en cuestión se ubica del lado no protegido del terraplén, y cuando digo no protegido me refiero a que se inunda todos los años con la creciente normal y habitual del Colastiné.
En lo atinente al segundo tema:
Sobre esta cuentión la provincia tampoco tiene ley provincial, por lo tanto se rige con la ley nacional, también. Según el artículo 2.639 del Código Civil, y cito:
"Los propietarios limítrofes con los ríos o con canales que sirven para la comunicación por agua, están obligados a dejar una calle o camino público de 35 metros hasta la orilla del río, o del canal, sin ninguna indemnización. Los propietarios ribereños no pueden hacer en ese espacio ninguna construcción, ni reparar las antiguas que existan, ni deteriorar el terreno de manera alguna."
Por tanto, la costa del Colastiné es propiedad pública, y el dueño de los terrenos limítrofes con el río, que casualmente, según carteles dispuestos, tiene el mismo apellido que el dueño del Parque de los Dinosaurios, no debería realizar actos de dominio sobre el mismo, como es el cobro de entradas o la posibilidad de echar a personas del lugar. Además sobre él está la obligación legal de dejar el camino público de 35 metros hasta la orilla del río para brindar acceso a esta zona, ya que no se permite el tránsito vehicular sobre el terraplén.

Fotos de la nota, entrar en:
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